martes, 21 de marzo de 2017

BAJO MI SOMBRA.


No me entierres viva
que aún busca mi sangre
correr como caudal de río
sin bordes que lo limiten.

¿No ves que todavía
aletean en mí las mariposas
con címbalos y trompetas
y su polen iridiscente
cubre mi cuerpo
y me perfuma?

No estoy muerta…
Entonces
no apresures tu paso
a ponerme cirios
y flores cortadas
sobre el pecho
que en poco
estarán marchitas
pretendiendo languidezca
igual que ellas.

Y un día
cuando al fin me vaya
no menosprecies
mi pretérita existencia
manchándola
de tu palabra envenenada.
Si tan sólo una cosa agradeciste
de mis pies haber andado
los caminos en la tierra
planta un árbol
en el sitio donde yazcan mis cenizas.

Alimentaré sus raíces
con algún poema escrito
en mi etéreo dormir.
Veré sus ramas crecer alto
a tocar el cielo con la punta.
Y me volveré él.
Y se volverá yo misma.

Estaré allí
dando cobijo con mi sombra
y alimentando aves con mis frutos
como quise en vida
alimentar mis sueños.

Dora Elia.
21 de Marzo 2017.
EE.UU.
Derechos reservados de autor.






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